Una vieja película educativa de cine mudo, cuando entonces se llamaba ciencia expresionista, parece ser la inspiración de Sagan. Mostraba el sistema solar desde el punto de vista de un platillo volador como vehículo del futuro, igual que en Cosmos, una gran ventana permitía ver las maravillas que los letreros iban describiendo.
Resulta interesante que la forma en platillo volante ya se consideraba una nave espacial futurista, antes de que los extraterrestres decidieran usar ese diseño para venir a visitarnos. Indudablemente les encanta copiar nuestra imaginación y tecnología.
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