A la caza de nuevos aviones de despegue vertical

Con su típica frontera entre la realidad y la ciencia-ficción, Defense Advanced Research Projects Agency está solicitando propuestas para una nueva generación de aviones que pueden despegar y aterrizar verticalmente como un helicóptero, al mismo tiempo que ofrezcan el rendimiento de un avión convencional.

Estas nuevas plataformas serían capaces de aterrizar en zonas no preparadas, moverse en todas las direcciones y flotar en el aire, además de todas las características necesarias para el transporte de tropas, llevar a cabo operaciones de vigilancia, la realización de operaciones especiales y misiones de búsqueda y rescate.

Esto suena como una buena idea, pero que usted se estará preguntando por qué no lo hemos hecho antes, bueno, lo hicimos. Costó 36 millones de dólares, cerca de 20 años y un montón de accidentes (muchos de ellos mortales).

Es el V-22 Osprey, y DARPA ya está cansado de él. ¿Por qué? Al parecer, es simplemente demasiado lento, además de no eficiente:

"Durante los últimos 50 años, hemos visto a los aviones a reacción ir más alto y más rápido cada vez, mientras que las velocidades de los aviones VTOL son limitadas y los diseños se han vuelto cada vez más complejos", dijo Ashish Bagai, director del programa. "Para superar este problema, DARPA ha puesto en marcha el VTOL X-Plane, programa para desafiar a los ingenieros industriales con innovaciones que impulsen simultáneamente cuatro áreas: Despegue vertical, velocidad, eficiencia, poder aéreo, y capacidad de carga útil".

Esencialmente DARPA está buscando un avión que se comporté como un jet, con una velocidad de crucero mínima entre 350 kilómetros por hora y 450, que al despegar y aterrizar, se comporte como un helicóptero. Y tiene que ser elegante, DARPA dice: "sistemas de cohetes en la parte trasera de un helicóptero no es el tipo de enfoque que estamos buscando".

Eso va a ser algo emocionante de ver. Algunos parecen venir directamente del futuro cercano o de un videojuego de ciencia-ficción. DARPA ha puesto 130 millones de dólares sobre la mesa para que el proyecto esté listo en 40 meses o menos.