Los primeros "platillos voladores" no podían cubrir largas distancias, y los estadounidenses tuvieron que usar submarinos para hacer llegar esos artefactos hasta las costas soviéticas. El Pentágono estaba probando la tercera generación de platillos voladores, cuando la Unión Soviética apenas comenzaba el desarrollo de mecanismos similares. Un corresponsal de PRAVDA.RU va a romper el sello de secreto y publicar una historia contada por un ingeniero que trabajó en la empresa en la que se fabricaban componentes de ovnis.
Inicio
La empresa constructora de aviones de Chance Vought cooperó con el Departamento Naval. El platillo volador de trayectoria rasante (“Skimmer”) que apareció después de la Segunda Guerra Mundial fue el resultado de esta cooperación. Se cree que era una variante experimental de un avión de hélice; sin embargo, no se descarta que Chance Vought construyese el modelo especialmente para ejecutar pruebas de la elevación aerodinámica de motores electrocinéticos.
A finales de 1940, aparecieron los primeros platillos voladores en los Estados Unidos. Por su forma se parecían a los altavoces para teléfonos: electroimanes de impulso provocaban que una o varias enormes membranas hicieran vibrar el aire en una determinada frecuencia en megahercios. Y una parte superior aerodinámicamente optimizada del dispositivo proporciona la diferencia de fuerzas de resistencia (drag force) en la parte superior y en la parte inferior. Pero todavía algunos hechos relacionados con el extraño artefacto seguían siendo confusos.
Aspectos técnicos
Un platillo volador no podía generar ninguna fuerza de elevación mientras no despidiera algo como sucede con los cohetes. Esto es una turbulencia de anillo1: no deja que el vacío entre a un platillo volador. Es necesario mantener un platillo en la turbulencia de anillo sólo dos millonésimas de segundo, brevísimo período en el cual se genera una nueva turbulencia.
Los platillos voladores de impulso por electroimanes eran pesados y no podían cubrir largas distancias. Así, los estadounidenses tuvieron que usar submarinos para hacerlos llegar a las costas soviéticas, lo que dio lugar a historias de ovnis que emergieron de debajo del agua2. Posteriormente, aparecieron nuevos dispositivos en los que no se utilizaba ningún campo electromagnético para hacer vibrar una membrana propulsora. Los cuerpos de estos dispositivos se hacían de piezocerámica, y la vibración se producía gracias al efecto piezoeléctrico3 (sabemos que los altavoces de alta frecuencia —“tweeters”— producen el sonido de despertadores electrónicos y teléfonos móviles). Los aparatos de nueva generación ya no tenían forma de platillos sino de esferas, elipsoides y otras figuras tridimensionales con halo o aureola de gas ionizado.
Desarrollo de ovnis y censura en Rusia
La URSS llegó a tener sus propios ovnis en las décadas de 1960 y 1970. Una vez, el académico soviético Sklovski afirmó en el popular programa informativo Vremya (‘Tiempo’) que en el universo no había ninguna otra criatura fuera de los habitantes de la Tierra. Se interpretó esto como una declaración oficial del Comité Central del Partido Comunista de la URSS según la cual nunca habían existido seres extraterrestres y, consecuentemente, se consideró que todos los informes en los que se afirmaba que la gente había visto los ovnis eran desinformación. Inmediatamente comités especiales empezaron a censurar publicaciones periodísticas y se eliminó todo lo que pudiera estar relacionado con las visitas de ovnis y alienígenas. También, la popular revista Tekhnika Molodezhi (‘Técnica para la juventud’) sacó a la luz una publicación sobre el uso civil de una tecnología secreta, la de descongelantes de pulso eléctrico, que disolvían las acumulaciones de hielo que se formaban en las alas de los aviones IL 86. La publicación también venía con un esquema que mostraba el suministro de impulsos eléctricos a los inductores que hacían vibrar superficies de aluminio.
Avances
En aquel período los estadounidenses ya tenían su tercera generación de platillos voladores, objetos oscuros con sólo algunas zonas brillantes. Estas eran activadores de turbulencia: el resplandor en la parte inferior servía para hacer volar el objeto, y el resplandor del lado (los llamados iluminadores) para hacer que se mueva hacia los lados.
En realidad los platillos voladores no son obra de fantásticos alienígenas aterrizando en este planeta con máquinas antigravitacionales sino muy terrenales aparatos con motores electrocinéticos que van hacia arriba o hacia abajo gracias a la creación de anillos de vórtice. Ciertamente, esta es una idea absolutamente inusual y extraña para nosotros. Sin embargo, en cuanto creemos en la existencia de los extraterrestres, también debemos reconocer una nueva tecnología de vuelo que fue inventada hace algún tiempo y mantenida en secreto hasta hace poco. Cuando se los explica claramente, los principios de la tecnología son bastante comprensibles y no parecen ser fantásticos. Sabemos que los vórtices también son muy importantes en la generación de la fuerza de sustentación de insectos voladores, por ejemplo la libélula.
Ahora que conocemos el principio de vuelo de los platillos voladores podemos rastrear las etapas de desarrollo de la tecnología. Pero a pesar del hecho de que los militares estadounidenses no van a quitar el rótulo de “secreto” a la técnica, estos días se puede observar frecuentemente ovnis en Irán, lo que demuestra que Estados Unidos continúa empleando sus aparatos secretos.
Implicancias
Surge una pregunta: ¿por qué este avance revolucionario en la tecnología de transporte nunca ha sido desclasificado y utilizado oficialmente? En la práctica, la aplicación de esta tecnología de avanzada habría producido inevitablemente la transformación total de la civilización y perjudicado los intereses de un gran número de personas. Tales aparatos podrían ayudar a cruzar fácilmente fronteras internacionales y de gobiernos, lo que haría realidad un acariciado sueño de terroristas y traficantes de drogas. Tales máquinas podrían ser más populares que el transporte que emplea derivados de hidrocarburos, lo que inevitablemente significaría la quiebra de los magnates del petróleo y los fabricantes de automóviles. Y la razón principal del secreto en esta situación es el hecho de que el uso de esos platillos voladores va en contra del Derecho Internacional: estas máquinas cruzan las fronteras gubernamentales sin la correspondiente notificación a las autoridades. Así, las ventajas de los ovnis son dignas de mantener en secreto durante tantos años. Y por esta razón se ha mantenido el secreto de los platillos volantes durante mucho tiempo.
El hombre que contó la historia sobre el secreto de los ovnis dice que es hora de decir “¡Adiós!” a una bonita leyenda sobre los alienígenas, muy aparte de que nos guste o no.
Traducido de
Pravda, 31-03-2007
http://english.pravda.ru/science/mysteries/31-03-2007/88811-ufo-0/
Fuente
Bien. Habrá ahora que informar a los escépticos, pseudoescépticos y negacionistas del fenómeno OVNI españoles, por lo menos, que siempre han estado diciendo que "los platillos volantes no existen", para que se enteren un poco, de la realidad. Yo, por mi parte, voy a enviar un link a Misterios del Aire, aunque no sé si serán capaces de publicarlo. En fin, saludos.
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