Es conocido como el «Tony Stark del mundo real». Multimillonario, inquieto, con grandes ideas que bien podrían resumir al popular personaje de ficción que se introduce en el traje de Iron Man. El cofundador de PayPal, Space X y Tesla Motor ha vuelto a estar en los focos de todo el planeta con su último proyecto: el Hyperloop.
Se trata de un sistema de transporte que podría ir al menos dos veces más rápido que el tren comercial más veloz en el mundo, a unos 1.100 kilómetros por hora. En realidad, estaríamos ante una fusión de tren y el tubo de la serie de animación Futurama.
Al margen de este proyecto revolucionario, cuya construcción podría tener más de 100.000 millones de dólares, al empresario sudafricano ha ideado otros muy intersantes que podrían cambiar el rumbo de la sociedad. Sus áreas de interés se dividen en tres y afectan al futuro de la raza humana: internet, el espacio y la energía renovable.
Fundada en 2002, Space X nació con el objetivo de desarrollar los cohetes Falcon 1 y Falcon 9, construidos para ser vehículos de lanzamiento espacial reutilizables. Ese ha sido una de sus preocupaciones, ya que los actuales cohetes desprenden piezas en el despegue y su regreso a la Tierra suele ser en el mar. Por ello, considera que es necesario crear un sistema que permita que los cohetes puedan aterrizar en posición vertical sobre una plataforma.
El Falcon 9 despegó del Cabo Cañaveral el pasado año, siendo la primera vez que un cohete de una empresa privada conseguía hacerlo. En esta ocasión el viaje se preparó para enviar suministros a la Estación Espacial Internacional. Todo un logro para el avance tecnológico. Musk ya ha anunciado su intención de crear la primera ciudad humana en Marte, un proyecto que se iniciaría en 2018 después de construir la nave en la que enviar a los grupos pioneros de no más de 10 personas.
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