Todo se trata de un experimento bastante bizarro. Los fabricantes de una de las empresas de mayor producción de productos sexuales de los Estados Unidos querían saber si uno de sus artículos podía llegar al espacio. Para eso ataron a una de sus muñecas inflables a un gran globo aerostático, lo lanzaron al cielo y registraron todo el trayecto.
La muñeca llamada Missy, de CNV, logró la hazaña luego de partir desde el lago Tahoe, en el estado de Nevada, hacia la estratósfera, a donde llegó hasta unos 35 mil metros de altura.
A esa distancia el globo, que contenía alrededor de 300 centímetros cúbicos de hidrógeno, reventó y la muñeca comenzó a caer. Entonces las tres cámaras de alta calidad que llevaba retrataron la manera en la que fue perdiendo parte de su "fisonomía" hasta que, finalmente, desapareció en el desierto de Nevada.
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