A pesar de los recortes presupuestarios, la Armada de Estados Unidos busca aumentar la vigilancia aérea en el mar Caribe con el uso de pequeños aviones no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) y aerostatos, para contrarrestar las nuevas rutas del narcotráfico.
Según la AFP, la Marina estadounidense anunció que comenzó a probar dos nuevas herramientas para controlar y capturar a traficantes de drogas en la región. Se trata de un aerostato o dirigible, formalmente denominado Aerostar TIF-25K, y un mini UAV o drone Puma, fabricado por la empresa californiana Aerovironment Inc., que puede lanzarse a mano desde la cubierta de un barco.
Ambos aparatos actualmente se encuentran en fase de pruebas y están a bordo del navío de alta velocidad HSV-2 Swift.
El aerostato, producido por la compañía estadounidense Raven Industries, fue utilizado previamente para misiones de vigilancia en Irak y Afganistán, así como para la supervisión de la frontera entre Estados Unidos y México. El Aerostar TIF-25K puede alcanzar una altura de 600 metros siendo lanzado desde embarcaciones como la HSV-2 Swift. Asimismo, para la nueva misión el aparato fue reequipado con cámaras, sensores y radares con un alcance de más de 100 kilómetros.
El pasado marzo, el Pentágono informó que reducirá la vigilancia aérea en América Latina y el Caribe a causa de los recortes presupuestarios impuestos por el Congreso. El jefe de la Cuarta Flota de la Marina de Guerra de Estados Unidos, el contralmirante Sinclair Harris, afirmó, por su parte, que estas pruebas son necesarias, ya que permiten utilizar aparatos más pequeños y menos costosos.
Estados Unidos ya cuenta con diez aviones no tripulados del tipo Predator en la región. Dos de ellos vigilan actualmente la zona comprendida entre las islas Bahamas y Puerto Rico. Los representantes de la Marina indican que el aerostato y el minidrone ayudarán al país a cubrir una zona más amplia a un costo menor teniendo en cuenta las actuales condiciones económicas del país.
Se prevé que el HSV-2 Swift patrulle el suroeste del Caribe durante cerca de un mes y vigile las posibles rutas del narcotráfico en la zona. Según las primeras estimaciones, el costo de la producción y operación de este tipo de aparatos es relativamente bajo, en comparación con la de los helicópteros convencionales y aeronaves normalmente utilizadas para misiones de este tipo.
Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario