En el Reino Unido decenas de pasajeros de un avión quedaron sorprendidos al ver dos cazas Typhoon volando cerca de la nave.
Los cazas fueron enviados para interceptar un avión de pasajeros de la compañía Scandinavian Airlines, que cubría el vuelo Copenhague-Birmingham, por temor a que hubiera sido secuestrado por terroristas.
La alerta por un acto terrorista se emitió después de que los controladores de vuelo no lograran ponerse en contacto con el capitán del avión cuando este entró en el espacio aéreo británico sobre el mar del Norte.
Las autoridades se apresuraron a enviar dos cazas polivalentes para interceptar el avión antes de que sobrevolara áreas pobladas. Un representante de Defensa, citado por el periódico 'Sunday Mirror', reveló que los pilotos volaban muy cerca de la aeronave en un intento de detectar cualquier actividad terrorista a bordo.
A uno de los pilotos de los cazas los controladores aéreos le preguntaron si le parecía que la tripulación del avión lo veía, y este respondió que sí, ya que estaban tomando fotos de su Typhoon.
El avión se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de la ciudad escocesa de Glasgow, 'escoltado' por los dos cazas. Las salidas desde este aeropuerto quedaron suspendidas hasta que la Policía acudió al lugar y la tripulación relató los sucesos a los agentes.
Más tarde se dio a conocer que la tripulación del vuelo procedente de Copenhague no había conseguido ponerse en contacto con el punto de control de tráfico aéreo al estar su radio sintonizada a la frecuencia inapropiada.
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