Diez años después de que se descubrieran en Chile los restos momificados de una criatura de seis pulgadas y apariencia 'extraterrestre' apodado Ata se busca a su primo Atta Boy, también del desierto de Atacama pero, al parecer, en Bolivia o Perú.
La referencia a esta nueva criatura aparece en el libro 'Un hombre curioso: La vida extraña y genial de Robert ¡aunque usted no lo crea! Ripley' [A Curious Man: The Strange and Brilliant Life of Robert 'Believe It or Not!' Ripley] de Neal Thompson, dedicado a la vida del millonario Robert Ripley que vivió en los años 30 del siglo XX. Su pasión por las cosas raras y extrañas se convirtió en un imperio internacional de libros, dibujos animados, programas de radio y museos dedicados a las curiosidades más extrañas del mundo.
El libro incluye una pequeña imagen fechada en 1933 en la que Ripley sostiene una figura de seis pulgadas y media. En el pie de la foto se apoda a la figura Atta Boy, y se hace una referencia a los indios jíbaros peruanos (también conocidos como Shuar).
"Me encontré con Atta Boy varias veces en mi investigación. Una cosa que le fascinaba a Ripley era la miniaturización de la forma humana, por ejemplo en las culturas donde practicaban la reducción de cabezas”, comenta Neal Thompson citado por 'The Huffington Post'.
"Que yo sepa, Ripley no dejó notas específicas sobre dónde consiguió A Atta Boy o la historia del cuerpo del niño. Es un misterio. Sé que Ripley consideraba a Atta Boy como un verdadero ser humano y no como un extraterrestre. Creía que era una miniatura real humana momificada", agrega.
Parte del misterio de Atta Boy es si la criatura era un ser humano o un feto momificado. Después de la década de los 30 la criatura se perdió o acabó en la colección privada de alguien.
El autor del libro solicita a todo aquel que pueda ayudarle a encontrar a Atta Boy que le escriba a su correo.
En abril los científicos confirmaron que el pequeño humanoide Ata -el supuesto primo de Atta Boy- es "humano". Algunas hipótesis apuntaban a que sus huesos podían corresponderse con los de un feto abortado, los de un mono, o incluso los de un extraterrestre que habría aterrizado en la Tierra.
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