domingo, 14 de julio de 2013

El hombre que voló con su propia fuerza

Desde el año 1980 existe la competencia “Igor I. Sikorsky”, que premia con una suma de 250 mil dólares al equipo que logre desarrollar un helicóptero capaz de volar utilizando solamente la fuerza de su piloto. Esto automáticamente nos hace pensar en los trabajos de Leonardo da Vinci, en todos los proyectos que se quedaron en el camino, y en los casos aislados que por lo menos lograron despegar. 33 años después, el helicóptero AeroVelo Atlas creado por estudiantes de la Universidad de Toronto fue declarado como el primer ganador oficial, al cumplir con todos los parámetros establecidos.



La idea de que una persona pueda volar utilizando su propia fuerza nos ha acompañado durante muchos años. En su momento se creyó que era algo imposible, pero a medida que mejoraron los materiales y los conocimientos de ingeniería, comenzaron a surgir diseños que tal vez no fueron prácticos, pero sí funcionales. El avión Daedalus desarrollado por MIT es uno de los más conocidos, y conserva el récord mundial tanto en la duración de vuelo como en distancia recorrida (3 horas con 54 minutos, 115,11 kilómetros). Pero no hay solamente aviones. También existen helicópteros, y para ellos se creó una competencia muy especial, identificada con el nombre de un pionero indiscutible de la aviación como fue Igor Ivanovich Sikorsky. Dicha competencia fue establecida por la Sociedad Americana del Helicóptero en 1980, y en un comienzo ofrecía diez mil dólares a quien creara un helicóptero capaz de volar usando la fuerza de su piloto. Con el objetivo de disparar el interés sobre la competencia, Sikorsky Aircraft elevó el premio a 250 mil dólares en 2009, y desde entonces, las universidades de Maryland y Toronto han batallado con extraños diseños.

Los tres requerimientos fundamentales para ganar la competencia son que el helicóptero alcance una altura de tres metros, que permanezca en el aire por más de un minuto, y que se mantenga dentro de un cuadrado de diez metros de lado. El equipo AeroVelo, formado por estudiantes de la Universidad de Toronto, presentó a su helicóptero Atlas el pasado 13 de junio. Tras 18 meses de cambios y mejoras en el diseño, el Atlas ascendió a 3,3 metros durante 64,11 segundos, con un desplazamiento que no superó los 9,8 metros. Los jueces certificaron estos valores, y se ha entregado el papeleo de turno a la Federación Aeronáutica Internacional para establecer el récord mundial. El helicóptero Gamera II de la Universidad de Maryland estuvo muy cerca de quedarse con la competencia en noviembre del año pasado, pero no alcanzó el requerimiento de altura. 33 años después, la competencia Igor Sikorsky ha terminado, pero la Sociedad Americana del Helicóptero ha dicho que ya tiene un nuevo desafío. ¿Qué será...?

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