El 7 de noviembre la nave tripulada Soyuz TMA-11M despegó rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) llevando consigo la antorcha olímpica de Sochi. Antes del despegue, el cosmonauta ruso Mijaíl Tiurin conversó con una corresponsal de 'Rossíyskaya Gazeta'.
La antorcha olímpica alzó el vuelo el 7 de noviembre a las 08:14 horas. La tripulación de la nave Soyuz TMA-11M estaba formada por el cosmonauta ruso Mijaíl Tiurin, el estadounidense Rick Mastracchio y el japonés Koichi Wakata.
La propia nave espacial tiene características “olímpicas”: tanto la lanzadera como el propio cohete están decorados con los anillos de los Juegos Olímpicos. Seis horas después del despegue, Mijaíl Tiurin cumplió con una misión de honor y entregó la antorcha olímpica a la estación espacial.
Los cosmonautas rusos Oleg Kotov y Serguéi Riazanski fueron los encargados de recibir la antorcha olímpica de manos de Tiurin. La antorcha recorrerá todas las partes de la EEI. Posteriormente saldrá al espacio exterior y todos los miembros del equipo de la estación participarán en una caminata con relevos simbólicos. El único “pero” es que la antorcha no se encenderá. Esto es algo innegociable debido a las estrictas medidas de seguridad en el espacio.
La antorcha volverá a la Tierra el próximo lunes a bordo de la nave Soyuz TMA-9M que traerá de regreso a Yurchijin, Nyberg y Parmitano. Según el comité organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, el pebetero de Sochi será encendido precisamente con la antorcha que hoy llegó a la EEI.
Rossíyskaya Gazeta habló con el cosmonauta Mijaíl Tiurin poco antes de la salida.
Mijaíl, este será tu tercer vuelo, ¿no es así?
Sí, anteriormente había participado en dos expediciones a la EEI. En total, he pasado cerca de un año en órbita. He caminado cinco veces por el espacio y en una ocasión jugué al golf: lancé una pelota con un auténtico palo de golf.
Eres ingeniero de formación. ¿Cómo te convertiste en cosmonauta?
Me licencié en la Universidad Pública de Ingeniería Espacial, después trabajé en la corporación espacial Energia. Para cualquier ingeniero es interesante comprobar los resultados de su trabajo. Y cuando una vez me preguntaron: “¿Cómo es que no te gustaría intentar convertirte en cosmonauta?”. Me sorprendí: “¿Cómo que no me gustaría?”. Ingresé en un equipo de cosmonautas en el año 1994. Tres años después me asignaron a una tripulación. Y en 2001 viajé por primera vez al espacio.
¿Qué es lo que más impresiona en el espacio?
Lo bonita que es nuestra Tierra. En cuanto tienes un rato libre te lo pasas mirando por la ventana. ¡Qué colores! Nunca te cansas de mirarla.
¿Siempre te llevas la cámara de fotos?
Por supuesto. En la estación tenemos cámaras de vídeo y fotografía de alta definición, distintos objetivos y lentes. En una ocasión se celebró en la Casa Central del Artista de Moscú una exposición de fotografías mías titulada “La Tierra vista desde arriba”.
¿Y es cierto que desde el espacio se puede ver, por ejemplo, la revista que una persona está leyendo?
Evidentemente, no. No creo que se llegue nunca hasta una revista. Al menos, desde la EEI.
¿Cómo se las arreglan los cosmonautas en el espacio para tonificar sus músculos?
En la EEI hay varias máquinas para hacer ejercicio. Los entrenamientos diarios duran dos o tres horas, como mínimo.
¿Cuánto tarda en llegar la señal de comunicación desde la Tierra hasta la estación?
Medio segundo. Casi como la telefonía IP. Pero esto no se debe a la enorme distancia.
¿Se puede uno dar una ducha en la órbita de la Tierra?
No. Para lavarnos utilizamos toallas húmedas especiales. Pero el sueño de una auténtica ducha nos lleva a experimentar con distintos dispositivos.
La pregunta obligatoria estando en el espacio ¿has visto algún fenómeno inexplicable?
¿Un ovni? Nunca. Es más, no conozco a nadie que haya dicho jamás: sí, lo he visto.
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