Brown explicando cómo se desplazaría un platillo volante gracias a su sistema |
La antigravedad electromagnética es un tema excomulgado en el mundo aeronáutico. Hoy se niega su existencia, siendo relegada exclusivamente al campo de la cienciafícción. Su rastro todavía puede ser seguido en las publicaciones y enciclopedias científicas hasta los años setenta. Para realizar una aproximación a ella, y comprender sus bases, es imprescindible hablar de Townsend Brown, el hombre que más la popularizó, debido a que realizó su labor investigadora de forma abierta.
En marzo de 1956 Derek Wood, redactor de Interavia en Inglaterra, remitía un curioso artículo a su editorial. El autor era un americano que usando el apodo de Intel había exigido cobrar en dólares pues salía enseguida para su país. El artículo se publicó en mayo levantando una polémica que duró dos años. Se recibieron 326 cartas pidiendo toda clase de explicaciones. No resulta extraño. Con el título “Hacia la locomoción aérea sin esfuerzo ni peso” se presentaban en España las dos palabras malditas en la aviación: Antigravedad y electromagnetismo.
El causante de aquel alboroto fue Townsend Brown, un ingeniero preocupado por el electromagnetismo desde niño. Su profesor de origen alemán Paul Alfred Biefeld (compañero de universidad de Albert Einstein en Suiza) le mostró algo muy curioso: si a un objeto se le inducía un campo electromagnético experimentaba un extraño empuje hacia el polo positivo perdiendo parte de su peso. Observaciones paralelas le hicieron ver en sus resultados una acción antigravedad. El efecto Biefeld-Brown fue publicado en Science and Invention en 1929 sin llamar demasiado la atención.
Mason Rose, presidente de la University for Social Research, escribió en 1952 que los platillos de Brown se elevaban emitiendo sólo un ligero “zumbido eléctrico” e irradiando un raro resplandor en la oscuridad producido por el efecto corona. Si añadimos a esto el poderoso campo electromagnético que emitían a su alrededor, enseguida vienen a nuestra mente las historias clásicas de las personas que vieron un OVNI típico de aquellos años, incluidos los zumbidos que los acompañaban, las interferencias captadas por las radios de sus coches, la paralización de los motores y el agotamiento instantáneo de las baterías.
Falso platillo alemán similar al propuesto por Brown a la marina de los Estados Unidos. |
Mientras tanto las prácticas empresas aeronáuticas de Estados Unidos se lanzaban a la búsqueda de la antigravedad, al tiempo que las universidades se dedicaban al campo teórico. Para ello se contó con los científicos que durante la guerra habían trabajado para el gobierno alemán, como el Dr. Burkhard Heim que había planteado innovadoras ideas en la Universidad de Goettingen. Martin Aircraft contrató al físico alemán Pascual Jordan invirtiendo sus esfuerzos en experimentar sistemas de vuelo semejantes al de Brown. El doctor Charles Dozier de la empresa Convair se fotografió junto a uno de los discos en los que estaban trabajando. Gluhareff Helicopter & Airplane voló un platillo basado en las ideas de Brown y dirigido a distancia sobre el estado de Nueva York, que fue fotografiado pasando a la historia de la ufología. La lista es larga y llega hasta más de cuarenta investigaciones realizadas, incluyendo la unión entre las fuerzas aéreas de Estados Unidos y la empresa Avro de Canadá; el mismo fabricante del Avrocar basado en el efecto Coanda.
Aquel curioso resultado electromagnético no fue tomado por todos como una anulación de la gravedad. Quizá no anulaba la gravedad pero “empujaba” a los objetos que era lo importante. Se esperaban maniobras irrealizables en aeronáutica: giros de 90 grados, ascensos y descensos en vertical o llegar a invertir el vuelo de golpe. Para los que creen en la antigravedad del efecto Biefeld-Brown, el piloto iría sumergido en su propio campo de gravedad y no se vería afectado por los bruscos movimientos.
Los hallazgos de Brown no sólo permitirían el vuelo en la atmósfera, pues también hacían viable el viaje en el espacio. El empuje que experimentaban los objetos hacia el polo positivo se producía igualmente en el vacío. Si no era interrumpido se multiplicaba, siempre teóricamente, hasta la velocidad de la luz. Con un correcto control de la inducción electromagnética era posible alcanzar una velocidad inimaginable.
Supuesta nave extraterrestre de Adamski comparada con el modelo de pruebas de Brown |
Ampliando sus trabajos a lo que denominó “viento eléctrico”, Brown diseñó un aparato que ha tenido una influencia decisiva en la ufología. George Adamski, primera persona que aseguró estar en contacto permanente con seres extraterrestres en los años 50, nos lo vendió como un tipo de nave procedente de Venus. Sus fotografías inundaron las revistas durante décadas creando la moda del contactismo.
Townsend Brown compitió con empresas que trabajaban para el gobierno, y que posiblemente habían avanzado hasta puntos que sólo podemos sospechar. Gracias a la difusión de su labor hoy comprendemos lo que en su día fue un tema llevado en la más absoluta discreción.
Sin financiación Brown se trasladó a Cleveland en 1952 y allí planteó un proyecto al que llamó Winterhaven. Superando las trabas que le habían puesto esperaba poder ofrecer a los militares su aeronave. En 1953 mostró el vuelo de dos discos que alcanzaron los 185 Km/h. Contó con el apoyo inicial del almirante Arthur W. Radford, en esos momentos Comandante en Jefe de la Flota en el Pacífico y después Jefe del Estado Mayor de Ejército las ordenes directas de Eisenhower entre 1953 y 1957. La prueba se llevó a cabo en la base naval de Pearl Harbor. A los discos, de tres metros de diámetro cada uno, les fueron suministrados 150.000 voltios en sus anillos exteriores; y volaron en un círculo de 50 metros alrededor del poste en donde habían sido sujetos. Tras el éxito inicial, Brown presentó una propuesta para desarrollar un disco de combate que volaría a tres veces la velocidad del sonido. El proyecto Winterhaven fue clasificado como secreto, y posteriormente, siempre según la versión oficial, se desestimó.
El nuevo sistema antigravedad, unido a otros convencionales, permitiría alcanzar el espacio |
En su viaje a Europa por fin pareció sonreírle el éxito y en 1955 la Societe National de Construction Aeronautique Sud Ouest se interesó por sus trabajos. Varios discos volaron en el vacío con el uso de 200.000 voltios. Esto hizo ver a los franceses que la máquina que necesitaban para su aviación había sido encontrada. Se hicieron planes para crear una gigantesca campana de vacío y un generador que suministraría quince millones de voltios, pero en ese momento hizo su aparición Estados Unidos. La sociedad fue comprada por los americanos y rebautizada como Super Douglas of France Sud Est. Una de las primeras medidas adoptadas por el nuevo presidente de la empresa fue prohibir los trabajos antigravedad.
Brown fue uno de los fundadores en 1956 de la Comisión Investigadora Nacional de Fenómenos Aéreos, el NICAP, y parte del presupuesto de la organización de ufólogos se dedicó a financiar sus investigaciones en octubre de ese año. La alegría le duró poco. En enero se le retiró el dinero, fue acusado de excederse y el nuevo presidente con poderes ilimitados suspendió los trabajos. Curiosamente se trataba de un antiguo miembro de la marina, el Mayor Donald E. Keyhoe, ferviente defensor de la idea extraterrestre y hoy una leyenda entre los ufólogos.
De nuevo Brown encontró el apoyo en el campo privado, trabajando en 1958 para la empresa Bahnson Company of Winston-Salem. Más tarde creó la Rand International Limited. Después dejó la antigravedad y buscó una relación entre la gravedad, la electricidad y la corteza terrestre (petroelectricidad) financiado por Stanford Research Institute, University of California y Ames Research Center of NASA. Murió en 1985 y su familia poco quiere saber de entrevistas ya cansados del tema, aunque facilitan información sobre sus informes y experimentos.
Numerosos particulares han intentado repetir la investigación, pero sin los recursos económicos y técnicos necesarios no han podido pasar de comprobar las primeras fases, elevando o haciendo girar pequeños objetos.
Brown en su laboratorio celebrando el éxito de sus experimentos.
Brown en su laboratorio celebrando el éxito de sus experimentos.
Interesante articulo, buen video y mejor música de acompañamiento. Como aficionado al estudio de los OVNIS desde que vi uno, cuando cumplía el servicio militar obligatorio y regresaba "a dedo" al cuartel desde la antigua carretera de Cádiz a principios de Diciembre del año 1978, no puedo por menos que felicitarle, pues el contenido de su articulo, señor Francisco -con un poco de abstracción, eso sí- explicaría bien las observaciones de platillos volantes con corola o halo luminoso alrededor que se informaron por testigos enteramente fiables a finales de los años sesenta y durante la década de los setenta del siglo pasado en todo el mundo, incluyendo España (curiosamente ya no se dan casos de esos). Sólo que tengo dos datos en duda. Primero que para que "cuadre" el asunto ya en esos años además de cámara interna independiente de gravedad para el piloto en la nave aeroespacial se debería haber conseguido sistema de observación visual externa unilateral -no en base al cristal que usaba la Policía sino sobre aleación metálica o cierto metal- de modo que visto desde fuera el OVNI, su superficie, se presentara opaco, mientras que el/los tripulantes del interior observaran el exterior sin problemas, como a través de un cristal transparente. Aunque sé de datos de testigos españoles que manifestaron haber sido invitados a subir a esas naves y confirman eso, lo cierto es que carecemos de pruebas. Segundo es el aspecto, la presentación majestuosa, superior, de lo que uno está viendo (con entrada oblícua a nuestro planeta desde el cénit) incita sobremanera a creer en que (quien/quienes tripulen eso) VIENEN DEL ESPACIO EXTERIOR, y pensando de forma racional, a nivel personal, yo sólo dejaría una pequeña probabilidad del 20 por ciento de que su origen fuera humano; pero, en fin, no me arriesgo del todo, quizá sea un cobarde. En definitiva, que le felicito aunque me surja alguna duda. Desde Valencia capital, un amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias. Es curioso que los extraterrestres siempre eligen la misma tecnología que los humanos están probando en esa época, hoy lo podemos comprobar con los OVNIS triangulares y los drones.
EliminarNo pretendo explicar todos los avistamientos, es imposible, por lo menos una buena parte de ellos sí responden a tecnología humana que de diversas formas se nos vendió como extraterrestre,
Un saludo también desde Valencia.
Para que los platos voladores gozasen de autonomia aero-espacial debian disponer consigo de su propio generador de energía electrica de alto voltaje. Años antes de la aparición de esos famosos platos, el italiano Enrico Fermi habia inventado la pila atómica de neptunio en Chicago, EE. UU. con lo que parece razonable suponer que la USAF estuviese dándole utilidad. Si accidentalmente se recalentase la aleación metálica conque se fabricaban los platos haciéndoloss estallar eso explicaría que dejasen de verse, pues hubo informes sobre platos que estallaronn en pleno vuelo. De todos modos para mi lo más chocante es que el Mayor Donald E. Keyhou de la infanteria de Marina estadounidense insistiese en que los platos voladores eran de procedencia extraterrestre; Keyhou estaba en contacto permenente con el Servicio de Inteligencia de la USAF y debía contar con información privilegiada...
ResponderEliminarSin embargo en la declaración oficial de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (1970) en documento USAF núm. 95-03, cerrando las conclusiones del Blue Book Project, se indicó que los avistamientos que finalmente quedaron categorizados como "no identificados" en absoluto representaban desarrollos tecnológicos o principios más allá del alcance de los conocimientos científicos que se tenían en aquellas fechas y que, en consecuencia, no había ninguna evidencia que indicara que los avistamientos categorizados como "no identificados" fueran vehículos extraterrestres.
EliminarEfectivamente, señor Tordesillas, como en el caso de Socorro (Nuevo Méjico) de 1.964, en absoluto representaba desarrollo tecnológico "más allá del alcance de los conocimientos científicos que se tenían...", pero los respansables de la USAF NO DECIAN COMO ES QUE SABIAN ESO. ¿Por qué no explicaban que era una de las pruebas espaciales de NASA?
EliminarSr. Mañes: como lector dobleparlante de su blogger, quisiera coment algo sobre tema de Townsend Brown. Y es que, a vista histórica-tecnologica, digna actitud y esfuerzos de mentado en pro de emular "lo que ya se venía viendo en atmósfera". El pensaba eran extraterrestres o rusos (soucoupes volantes). Es triste mas si alguien inventa o descobre algo que ya se sabe (aonque oculto por guerra fria) es lógica que se destime colaboracione con coalquiera escusa. Salodo dese Estados Onidos-
ResponderEliminarSobre platillos volantes que estallaron en vuelo es histórica la investigación llevada a cabo por el doctor Olavo Fontes, quien en 1.957 gestionó el análisis de unas muestras de platillo que explosionó volando sobre la playa de Ubatuba (Sao Paolo, Brasil) -posteriormente la CIA verificó la autenticidad del suceso- a través de cinco laboratorios minerológicos diferentes, dos de ellos norteamericanos, con idea de poner a prueba de forma científica la hipotesis extraterrestre. Se comprobó que la aleación de los fragmentos recogidos suponía un 98% de metal magnesio -magnesio casi puro- y que el restante 2% se componía de bario, zinc, estroncio y calcio, todo ello sustancias existentes en nuestro planeta Tierra. En general, las conclusiones de los distintos laboratorios se resumieron en que, no siendo todavía conocido a nivel oficial que tal grado de pureza de magnesio se hubiese conseguido por el hombre de manera artificial ello no implicaba que de forma no oficial se hubiera logrado, pues era posible, contando con los medios económicos, tecnología de vanguardia y de personal de laboratorio necesarios, haberse conseguido sin ser divulgado. En definitiva, que los restos del platillo que explotó en Ubatuba no podían considerarse como prueba científica o evidencia de que los platillos volantes vinieran al nuestro desde otro mundo. Besos.
ResponderEliminarEn el libro del mayor Donald E. Keyhoe titulado "Platos voladores de otros mundos" (Populibros La Prensa, México D.F., 1955) se indica textualmente: "La Fuerza Aérea y su agencia investigadora, el Plan Libro Azul, están enteradas de la conclusión del mayor Keyhoe, afirmando que los platos voladores proceden de otro planeta. La Fuerza Aérea nunca ha negado que exista esa posibilidad." (capítulo El Informe Secreto, pag. 307).
ResponderEliminarYo no puedo creerme que el mayor Keyhoe estuviera haciendo un doble juego, desviando la atención sobre los platillos volantes hacia los extraterrestres a cambio de cobrar un plus económico de la USAF para mejorar su pensión. Keyhoe era una persona digna. Algo sorprendente y traumático que no era de este mundo tuvo que ver durante su carrera militar, sobre lo que no podía hablar por imperativo legal, que le impulsaba a divulgar la verdad en la que creía firmemente, a pesar de las explicaciones que pudieran llegarle desde los mandos en activo de la USAF. Bye, bye desde California.
Muchas gracias por toda esta información. Les comento que además de estudiar la temática O.V.N.I., me he dedicado a saber sobre la veracidad de la TIERRA HUECA. Estuve trabajando con el Google Earth para poder obtener imágenes de las entradas al interior del planeta. Y saben que, lo conseguí a pesar de que tanto el programa mencionado como la N.A.S.A.,intentan tapar las pruebas. En breve voy a publicar un corto video de cómo se puede obtener la prueba de que la entrada en el polo sur existe. Por lo tanto, les comento que de esta manera podemos confirmar las crónicas del viaje del Almirante Byrd quien fue recibido en el inerior de la Tierra por PLATILLOS VOLADORES pertenecientes a civilizaciones que viven allí desde siempre. Por supuesto esto tiraría por tierra muchas falsedades que nos han enseñado tanto en la escuela como en la vida.
ResponderEliminarEstén atentos a Youtube porque voy a publicar el video realizado; de esta forma, podemos concluir que no solo hay naves extraterrestres, sino también "intraterrestres" que periodicamente se ven en distintas partes del mundo.
Nuevamente gracias por la información y hasta pronto.-
Avisa nada más lo subas!
EliminarMuchas gracias
Paco, ya subí unos de los videos a Youtube. El título es: VIDEO PROPIO 1 POLO SUR.
EliminarDura apenas unos segundos, pero sirve para saber que Google Earth y la N.A.S.A. siempre nos ocultan la verdad.
Muy pronto subiré otros videos más contundentes.De todas maneras hay mucha información tanto en Youtube como en la WEB sobre la tierra hueca.
Saludos, Horacio.-
hola amigo horacio me interesa tu trabajo desarrollado de la tiwerra es hueca, este es mi correo deseo tu orientacion. jose luis guteirrez herrera de peru
Eliminarcon mi propio ojo con un celular black berry cold tome al año pasado un ovni 1 cuando estaba filmando o probando el video no vi ese objeto 2 cuando produje el video vi algo como un punto 3 cuando lo puse a mi computadora dije oau no lo puedo creer 4 si ese objeto fue echo de la tierra ya podemos ir a otros planetas y carros que no usen llanta como decir como la peliculas de la guera de la galxia cuidades en el cielo pues entonce creo que no son de la tierra 5 majinase su velocidad que el ojo humano no lo cacta si no grabado puede verlo entonce quedsmo la duda es o no es de otro mundo lo puede ver en you tube ovni en panama de san francisco policlinica
ResponderEliminarSi estamos comentando en idioma español, lo mínimo sería que fuera con una ortografía entendible a todo el universo que habla este idioma....como mínimo.
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