Este libro tiene su origen el 24 de junio de 1990 cuando por la noche, junto a un grupo de amigos, observé el sigiloso vuelo de un avión “triangular” en el pico El Prado en Valencia, España. Fue algo más que sobrecogedor contemplar en la oscuridad de la noche el silencioso deslizamiento de la misteriosa aeronave. A mi mente vinieron las conversaciones que tuve con mi tío más de veinte años atrás cuando yo sólo era un muchacho. Por un instante resurgió su voz explicando lo que vio en Alemania durante los años anteriores a la guerra.
Aquello me llevó a devorar toda la información sobre tecnologías insólitas que llegaba a mis manos. En 1995 choqué con la fotografía de un avión que me impresionó, no sólo por su forma, sino también por los materiales empleados en su construcción. Se trataba del XP-79 de Northrop y fue probado en la temprana fecha de 1945. Las preguntas se me amontonaron de golpe: ¿Cómo es posible que algo así surcara el cielo casi seis décadas antes? ¿Existieron otros aviones tan extraños como ese? ¿Cuántos de ellos se habrían confundido con OVNIS? ¿Hasta dónde había llegado el encubrimiento de los militares?.
Otra cuestión que me intrigaba eran las diversas afirmaciones sobre la recuperación de materiales y elementos pertenecientes a una tecnología extraterrestre. Por todo esto, los supuestos estrellamientos de OVNIS me llevaron a indagar en temas muy dispares, y pronto choqué con la tecnología europea desarrollada antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Quedé desconcertado al profundizar en la cuestión. Lo que hoy usamos de forma cotidiana ya existía en aquel tiempo: Circuitos impresos, transistores, grabadoras de bolsillo, ordenadores, equipos portátiles de infrarrojos, invisibilidad electrónica, materiales superplásticos y con memoria de forma, aeronaves de prestaciones inimaginables para la época, alas y platillos volantes, planes precisos para alcanzar el espacio y situar en órbita armas devastadoras, naves espaciales, mísiles “inteligentes” e intercontinentales, despegue vertical y un sin fin de cosas no incluidas en la historia convencional.
Un historiador de la ciencia, Thomas S. Kuhn, nos habló en sus libros sobre la importancia del cambio de paradigma cuando uno mira los acontecimientos desde un nuevo punto de vista. Kuhn se centró en la ciencia, pero sus ideas son aplicables a muchas facetas humanas y en este caso al mundo de los OVNIS.
La ufología no pretende averiguar qué son los OVNIS. Desde su nacimiento les ha otorgado un origen no humano y lucha a toda costa por demostrarlo. Con los años nos hemos dado cuenta de que bajo esta perspectiva los OVNIS no tienen explicación, surgiendo una línea de investigación mucho más fructífera que ha obtenido contestación a un buen número de preguntas. Y la principal dispone de una respuesta demoledora: la mayor parte del fenómeno OVNI tiene un origen humano. Al estilo más profundo de Kuhn se ha producido una crisis en el paradigma y se están desencadenando una serie de acontecimientos que este físico, transformado en historiador, supo reconocer a la perfección en las crisis científicas.
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