Por un lado los partidarios del viejo paradigma se defienden con uñas y dientes. Su número es aplastantemente superior. Controlan las revistas especializadas, los programas de radio y televisión. Gracias a los años transcurridos su peso social es considerable y lo utilizan como mejor muralla de defensa. El público los escucha atentamente considerando herejes a sus opositores.
Los guerrilleros del nuevo punto de vista asaltan la muralla con la escalera de la investigación, buscando pruebas concretas y rehuyendo las teorías. Vuelven a examinar los trabajos anteriores, analizan con una nueva lente las conclusiones dadas por seguras, encolerizando a sus opositores. En este punto es común el ataque personal en lugar del diálogo y la discusión razonada.
Resulta sencillo percatarse de que los planteamientos de Kuhn son aplicables a la ufología, aunque con una salvedad. Existe un tercer grupo cuyos miembros, autodenominados escépticos, son verdaderamente detractores. Para ellos los OVNIS son confusiones con el planeta Venus, reentradas de satélites o testigos que no están en sus cabales. “Papa militar” y “mama gobierno” nunca nos engañan y siempre nos protegen. Este grupo llama tener sentido de humor a ofender con un retorcido cinismo.
En nuestros días la ufología es una extraña mezcla, en la que a las falsas informaciones suministradas por estamentos oficiales, para desviar la atención de los investigadores, se añaden los ufólogos contratados con la intención de intoxicar con datos ficticios. El trabajo que tiene en sus manos trata de apartarse de todo esto, siendo únicamente una primera aproximación al tema de los OVNIS humanos, que merece un tratamiento más riguroso y muy estricto aplazado para un próximo libro.
Desde luego, los OVNIS y los temas relacionados con ellos no son sólo prototipos militares o aeronaves secretas. Como en cualquier asunto humano los OVNIS son muchas cosas. Aquí analizaremos una parte del fenómeno centrándonos en el mundo aeronáutico y la tecnología. Un vuelo apasionante sobre nuestra historia con muchos puntos oscuros todavía. Veremos también el presente y a qué dio lugar todo aquello, asomándonos al siempre desconcertante futuro.
El pasado se reviste de un carácter especial con las historias de la Segunda Guerra Mundial. Las aeronaves diseñadas por el Eje y sus países aliados dieron lugar, entre otras muchas cuestiones, a los platillos volantes que tantas décadas más tarde aún causan una extraña sensación en nuestro interior más profundo.
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