viernes, 16 de noviembre de 2012

El drone europeo de combate Neuron volará por primera vez a finales de este mes

El vehículo aéreo de combate sin tripulación (UCAV) Neuron, desarrollado por un consorcio liderado por la firma francesa Dassault, iniciará a finales de noviembre sus pruebas de vuelo. Durante estos primeros ensayos se comprobarán las cualidades aeronáuticas del avión y se medirá su capacidad para pasar desapercibido.

La puesta en el aire de este aparato ha sido aplazada en varias ocasiones durante los últimos meses por motivos de seguridad. Sin embargo, ahora, el propio jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea francesa, el general Denis Mercier, ha anunciado oficialmente que la aeronave “debe hacer su primer vuelo en noviembre de 2012”, según una noticia del diario francés La Tribune.

Únicamente el mal tiempo podría retrasar de nuevo este primer vuelo del Neuron en el que se “pondrán a prueba las cualidades aeronáuticas del ingenio y se medirá su capacidad de sigilo”, explica en la mencionada información el delegado general de la Agencia Francesa de Adquisiciones de Defensa (DGA), Lauren Collet-Billon.

Por su parte, Eric Trappier, consejero delegado del fabricante, Dassault Aviation, no se ha atrevido a dar una fecha sobre el primer vuelo de este modelo, del que de momento únicamente existe una unidad de demostración. A finales de septiembre Trappier llegó a asegurar que el aparato iba a “volar en un par de semanas”.

El programa del Neuron está dirigido por un consorcio industrial europeo reunido en torno al fabricante francés. El resto de participantes, de cinco países distintos, son Alenia (Italia), SAAB (Suecia), EADS-CASA (España), Hellenic Aerospace Industry (Grecia) y RUAG (Suiza).

Este proyecto, cuyo coste se estima en 406 millones de euros, “podría continuar hasta 2014”, explica el responsable de la empresa francesa.

Gran Bretaña no forma parte de este programa al estar inmerso en el desarrollo de su propio UCAV, el Taranis. Sin embargo, Francia y Gran Bretaña iniciaron un nuevo proyecto, el Demon, “que tiene como objetivo aprender del Neuron y del Taranis para desarrollar un prototipo que será un verdadero sistema de armas”, según Collet-Billon, de la DGA francesa.

El general Mercier recuerda que Francia, al igual que otros países europeos, deberá comenzar a sustituir sus cazas actuales en torno al año 2030. Por eso marca ese año como horizonte de la reflexión que debe iniciarse en Europa “acerca de las futuras plataformas de combate, incluidos sus aspectos industriales”. En el plano operativo, añade, se trata de saber qué papeles tendrán “asignados los aviones de combate y los drones armados” en el año 2030, explica el jefe del estado mayor de la fuerza aérea francesa.

A su juicio, aunque todavía “no está bien definido el nicho de uso de los drones armados”, es muy probable que se acabe optando por “un uso mixto de aeronaves tripuladas y no tripuladas”.

Un grupo de estudios europeos está “actualmente trabajando sobre este punto”, explica. Y aclara: “El precio de un UCAV será el mismo que el de un avión de combate, por lo que un UCAV desechable para penetrar las defensas enemigas no es un concepto realista”. Es más eficaz, concluye, atacar con “misiles de crucero cuando el objetivo ha sido identificado”.

El diario Le Tribune, de cuya información se ha extraído buena parte de esta noticia, es uno de las publicaciones económicas de referencia en Francia.

Seis países detrás del proyecto

El programa Neuron nació como consecuencia de una iniciativa del año 2003 emprendida por el Gobierno francés para desarrollar un prototipo de UCAV elaborado en un marco de cooperación europea. De este modo, según la información facilitada por Dassault, los departamentos de diseño europeos tenían entre sus manos un proyecto que les permitiese desarrollar sus conocimientos y mantener sus capacidades tecnológicas durante los siguientes años.

El proyecto va más allá de los estudios teóricos que se han realizado hasta ahora, ya que contempla la construcción de una aeronave no tripulada cuyas características llegarían a ser demostradas en vuelo. De ahí la importancia de las pruebas que previsiblemente se iniciarán a finales de este mes.

Con el proyecto del Neuron, además, se pretendía poner en práctica un proceso de innovación en materia de gestión y organización de un programa de cooperación europea. Para que resultase eficaz, se optó por mantener un único punto de decisión, la DGA, y un único punto de ejecución, Dassault Aviation (contratista principal). Además, como se ha explicado, en el proyecto también participan compañías de otros cinco países europeos, gracias a la colaboración de sus respectivos gobiernos.

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