martes, 26 de febrero de 2013

Rusia prepara “trampas” para asteroides

De acuerdo con los datos de la NASA, cerca de 47 000 asteroides con un diámetro superior a los cien metros que permanecen a menos de ocho millones de kilómetros de distancia representan un peligro potencial para la Tierra. En el siglo XXI son hipotéticamente posibles once impactos, cuatro de ellos podrían ocurrir hasta 2050.


Es necesario defenderse de estos visitantes indeseables, buscando medidas de protección óptimas. Los científicos rusos han desarrollado un plan, señala el portavoz del Centro de Construcción de Cohetes Académico Makéev, Serguéi Majankov:

—Existe la opción de destruir estos viajeros peligrosos, de modo que sea necesario la fabricación de dispositivos que fraccionen los asteroides en objetos más pequeños. Otra opción es colocar sobre los astroides aparatos que permitan cambiar su trayectoria.

Para transportar este equipo a los asteroides podrían usarse los misiles balísticos intercontinentales, explica el colaborador del mencionado centro de investigación, Sabit Garaev:

—El aparato dotado de un motor y sistema de control se acoplaría al misil que tras elevarlo unos millones de kilómetros, lo soltaría. Hemos diseñado el dispositivo para el reconocimiento, Kaissa y otro, de choque, Kapkán. En 2012 nos disponemos a lanzar hacia el Apophis el aparato de reconocimiento que obtenga pruebas del suelo y coloque sensores, lo que nos permita seguir este asteroide de cerca, teniendo en cada momento sus coordenadas exactas. Y en 2036, si persiste la amenaza de la colisión con la Tierra, lanzaríamos el Kapkán que consta de varios módulos de choque. Harían explotar o empujarían el asteroide.

Para colocar Kapkán sobre la superficie del asteroide, se podría usar los misiles del tipo Angará, Rus o incluso el misil balístico intercontinental con el que se está reemplazando el modelo Voevoda. Según el experto, dichos modelos pueden transportar cargas a distancias de hasta diez millones de kilómetros, lo suficiente para llegar hasta Apophis.

La opción más idónea sería la destrucción del asteroide, suponen los investigadores.

—Podríamos colocar el número necesario de dispositivos para fraccionar el asteroide en trozos hasta cuarenta metros que ya no presentan peligro alguno. Se queman casi por completo en la atmósfera, precisa Sabit Garaev.

El sistema de defensa funcionaría, en caso de acercarse a la Tierra un cuerpo celeste con un diámetro superior a los 1.5 kilómetros. No salvaría contra un cometa gigante que se desplaza con una velocidad de setenta kilómetros por segundo, pero esta posibilidad sólo la hay una en cada treinta millones de daños, añade el científico.

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1 comentario:

  1. Hey, Mañes!! Se deberían haber previsto estas cosas con mayor antelación, incluso mediante colaboración internacional de fuerzas. Hace años que las grandes potencias del mundo -EE.UU., China y Rusia- disponen de sistemas de detección y medios balísticos teledirigidos de larga distancia, adecuados para solventar ese tipo de riesgos que atañen a la población de nuestro planeta. Un buen misil de cabeza nuclear debería fragmentar, creo yo, el asteroide o meteorito de gran tamaño que se acercase peligrosamente a la Tierra. Es más, aunque no lo destruyese, el impacto debería alterar su trayectoria, desviándolo de su camino, importante variable que debería tenerse en cuenta, pues no hace falta destruirlo para evitar el impacto. Chao!!

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