domingo, 20 de febrero de 2011

Los OVNIs que invadieron Francia

Dibujo del OVNI de Roswell
según Kaufman comparado
con un prototipo de Lippisch
El siguiente en sufrir una gran oleada fue precisamente Estados Unidos en 1947; y de nuevo, incluso en los supuestos OVNIS estrellados, se describió la tecnología desarrollada en Europa durante la guerra. El cielo de Norteamérica se transformó en un laboratorio gigantesco en el que se luchaba por ganar la carrera a la Unión Soviética costara lo que costara.
Un testimonio llamativo de esa época es el de Frank Kaufmann, un oficial militar asignado a Roswell durante 1947, que aseguró haberse acercado hasta el famoso OVNI accidentado. Si algo destaca en sus declaraciones, es no hablar de un platillo volante. Según sus propias palabras: “No era un avión, no era un proyectil balístico... era una nave”. Tampoco usó la palabra “extraterrestres” al referirse a los cadáveres: “Uno de los cuerpos había sido arrojado...”
¿Qué vio entonces Kaufmann? La nave dibujada en su informe es un ala volante similar a las alemanas; por ejemplo al P-11 de Lippisch, pero estas aeronaves, según siempre las fuentes oficiales, no pasaron de las mesas de diseño. Otro de sus bosquejos muestra la parte dañada del fuselaje, en donde, bajo el metal, descubrió un extraño componente en forma de panal de abejas. En 1947, que sepamos, sólo existía un elemento semejante empleado en aeronáutica. Se trataba del entonces supersecreto material antirradar Wesch capturado en Alemania, cuya forma precisamente era la de panal de abejas.
Los alemanes trabajaron durante la guerra en alas volantes invisibles al radar y, exactamente, donde estaban los técnicos germanos, en Nuevo México, cayó del cielo un OVNI de las mismas características y usando materiales similares. De nuevo los extraterrestres copiaban a los humanos la tecnología de última generación.
Si alguna oleada llegó a convencer a los ufólogos de que los OVNIS eran una cuestión internacional, esa fue la oleada francesa de los años cincuenta. Los extraterrestres visitaban a todos los países por igual.
La prepotente y descuidada Francia les duró a los alemanes unas pocas semanas; sólo cinco. El ejército galo fue vencido con extremada facilidad y eso no fue olvidado en la posguerra.

Allí donde trabajaban los científicos alemanes siempre hacían su aparición los extraterrestres. Francia no fue una excepción. En 1958 el Laboratoire de Recherches Balistiques et Aérodynamiques formalizó los contratos a  los sabios germanos, que se fotografiaron juntos para celebran el evento.  Otro buen ejemplo es el de Heinz Bringer, un antiguo técnico de Peneemünde que creó, para el mismo laboratorio, el motor Viking destinado al cohete Arian, siendo por lo tanto el padre de la astronáutica europea.
Un grupo de ingenieros alemanes fue contratado apenas pasaron la "depuración" de los aliados. Entre ellos se encontraban figuras impresionantes de la ciencia aeronáutica y espacial, como Henrich Focke, Helmut von Zborowski y Euguen Sänger. Se retomaron los trabajos antigravedad, comenzados a principios del siglo XX, y se llamó al estadounidense Townsend Brown para comprobar sus revolucionarias teorías y sus discos electromagnéticos que anulaban la gravedad.
No tenían los medios de Estados Unidos o la Unión Soviética, pero Francia sería una minipotencia. Y en esos años, siempre según los ufólogos, llegaron los alienígenas al país galo, usando el mismo tipo de aparatos que allí se estaban experimentando.
El Leduc-010, el Coleóptero C-450 de SNECMA, el ATAR, y otros aparatos de despegue vertical, fueron acompañado de la experimentación con mísiles. Así que los "cigarros puros" fueron vistos ahora en Francia.

Diferentes aparatos probados en Francia
¿Cómo no iban a ver OVNIS los franceses?
Como cualquier país que se está rearmando Francia probó mísiles, lanzacohetes, sistemas antiaéreos, cañones de nuevas prestaciones, métodos de detección y todo lo que el dinero y la tecnología del momento permitían. Así que varios OVNIS fueron vistos cerca de bases militares, y de nuevo se pensó en todo menos en investigaciones humanas. Valga a modo de ejemplo el gran "cigarro" observado por Bernard Miserey, la noche del 22 de agosto de 1954, sobre el centro de investigaciones balísticas y aerodinámicas de Vernon. ¿Un "cigarro extraterrestre” encima del lugar donde se investigan los mísiles?
Todas las oleadas tienen una gran cantidad de casos falsos. La gente se apunta a lo que sea con tal de salir en los periódicos. De todos modos incidentes como el del platillo que se balanceaba flotando en un prado de Poncey-sur-l'Ignon, visto por el alcalde e investigado por la policía, hacen pensar en pruebas francesas del efecto Coanda. La huella dejada por el aparato había separado de manera brusca la tierra dejando al descubierto las raíces de las plantas sin romperlas. Tal y como era de esperar no encontraron señales del tren de aterrizaje, ni restos de combustible, ni radiación y menos todavía quemaduras producidas por motores.
La policía, curiosamente, acertó al pensar que sólo un potente chorro de aire podía haber "limpiado" la zona de tierra dejando las raíces al descubierto y lo compararon con un poderoso aspirador. Semejante explicación no gustó a los ufólogos y empezaron a hablar de una complicada teoría basada en la antigravedad. El caso llegó al ejército del aire que lo archivó con toda la rapidez del mundo.
De igual forma los relatos de la época hacen pensar en ensayos con discos basados en algo similar al efecto antigravedad descrito por Townsend Brown (lo examinaremos más adelante) Evidentemente alguien en Francia se tomó muy en serio sus ideas. Si hacemos caso a los testigos, coincidiendo con las maniobras de los nuevos aparatos, ese alguien estaba probando la discutida antigravedad sobre suelo francés.

4 comentarios:

  1. Hola, mola tu blog, yo también soy bastante seguidor de este tema. De hecho hice una especie de documental-reportaje sobre los ovnis nazis. A ver qué te parece: http://aloneinthedark211.blogspot.com/2011/01/historia-de-los-ovnis-de-los-prototipos.html

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  2. Buenos dias, Paco Máñez. Me gustaría saber tu opinión. Para el investigador suizo Yves Bosson -que realizó encuestas y reencuestas en Francia de muchos casos OVNI- sólo el 1 por cien de los casos tiene visos de autenticidad sobre fenómeno natural extraordinario u objeto artificial desconocido. El otro 99 por ciento se debe a fraudes, exageraciones e interpretaciones desafortunadas de estímulos convencionales o comunes (prototipos, aviones, meteoritos, Venus y otros objetos astronómicos, etc.). Dentro de ese uno por ciento inexplicado ¿Te parece posible que alguno de los casos registrados se deba a la visita de entidades de origen extraterrestre?

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  3. Todo es posible, no estoy en contra de la existencia de extraterrestres, pero queda por demostrar que ese 1% tenga esa explicación, me encantaría que fuera así.

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